FUNDACIÓN
El Lunes Santo era un día huérfano de cofradías hasta que en 1945 hace su aparición la Hermandad de la Sentencia. Es concretamente a finales de 1944 cuando un grupo de feligreses de la collación de San Nicolás de la Villa, constituido por prestigiosos letrados y conocidos industriales de Córdoba proponen al entonces párroco de la misma D. Paulino Seco de Herrera instituir la cofradía. En plena época de ebullición del fenómeno cofrade en Córdoba, se inician los primeros contactos y reuniones encaminados a la fundación de la hermandad.
En la redacción de los primeros estatutos consta como título Hermandad de Nuestro Padre Jesús ante Pilato, recibiendo la aprobación episcopal en febrero de 1945, con la firma del dominico obispo de Córdoba, el Excmo. y Rvdmo. Fray Albino González Menéndez-Reigada. La primera junta de gobierno será presidida por D. Rafael Mir de las Heras, que también ocupó posteriormente el cargo de presidente de la Agrupación de Cofradías entre 1946 y 1948, habiéndosele otorgado la Medalla al Mérito Cofrade por la Hermandad de Pasión durante el periodo previo en que fue secretario de la misma. Pero el verdadero promotor de la idea fue el párroco antes mencionado, que animó e impulsó a este grupo fundacional a cristalizar la idea que hacía poco tiempo merodeaba en las mentes de no pocos feligreses.
El 27 de Julio de 1944 se firma un contrato en el que D. Rafael Mir de las Heras encarga al imaginero cordobés D. Juan Martínez Cerrillo la imagen del Titular de la corporación, siendo bendecida en diciembre del citado año.
Satisfecha la hermandad con el trabajo del artista cordobés, le encarga la imagen de Pilato que deberá acompañar al Señor en su estación de penitencia. El artista la realiza en un tiempo récord, ya que el contrato se firma el día primero de marzo de 1945, y es entregada en la víspera del Lunes Santo, 26 de Marzo de 1945. La hermandad realiza su primera Estación de Penitencia con ambas imágenes, vistiendo el Señor túnica blanca lisa, con las manos a la espalda y mirando hacia Pilato, configurando la escena que se resume en el Non Invenio In Eo Causam que pronunció el prefecto, y que aparece actualmente en la Cruz de Guía. En esta primera salida procesional el acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda Municipal de Música que abría paso al cortejo, y la banda de cornetas y tambores del Frente de Juventudes que acompañaba el andar del Paso de Misterio.
Dos años estuvo saliendo la hermandad con la advocación de Nuestro Padre Jesús ante Pilato, hasta que a finales de 1946 adquiere la actual denominación de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia. Curiosamente, por aquella época ya existía en Córdoba la advocación de la Sentencia perteneciente a la hermandad de María Santísima de la Esperanza, pero no había imagen. En 1954, cuando la hermandad de Santa Marina encarga a Cerrillo la talla de su Cristo titular, renueva sus estatutos y cambia su advocación a la actual de las Penas.
En estos primeros años de existencia, la hermandad desarrolla un importante trabajo, ya que desde que lleva a cabo su primera salida hasta 1948 son realizados tanto el paso como todas las figuras del misterio. El paso se estrenó completo en 1946, saliendo totalmente terminado dos años más tarde. Los sayones que complementan la escena acompañaron por primera vez a Jesús y a Pilato en la Semana Santa de 1947. En 1949 se invierte la posición de las manos del Señor siendo anudadas delante y comenzando a vestir túnica de color rojo.
En un principio, la hermandad desarrolló una importante y novedosa labor social dirigida a los internos de la Prisión Provincial de Córdoba, ya que al ser abogados muchos de sus componentes, prestaban asistencia legal gratuita a los presos que la necesitaban.
En estos años la devoción creció hasta el punto de realizar una salida en rogativas por la sequía la noche del domingo 17 de diciembre de 1946, con un recorrido que llegó hasta la plaza de Capuchinos. Durante seis años, la hermandad de la Sentencia fue la única que realizó estación de penitencia la noche del Lunes Santo, hasta que en 1951 se le unió la reorganizada hermandad del Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas, con la salvedad del primer año, que le siguió en carrera oficial la Hermandad del N.P.J. Rescatado por haber suspendido la salida el día anterior. En 1950 el cortejo comenzó a ser precedido por una gran cruz de guía que era portada por cuatro hermanos sobre horquillas (hoy expuesta en la capilla de los Titulares). En 1958 se nombró hermano mayor honorario al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, que era representado en la estación de penitencia durante algunos años por el presidente de la Audiencia Provincial de Córdoba.
INCORPORACIÓN MARIANA
Alonso García Molano, vicario general de la diócesis, bendice el 31 de mayo de 1976 una imagen de la Santísima Virgen bajo la advocación de María Santísima de Gracia y Amparo, desestimando el de Ntra. Sra. de los Desamparados que estaba previsto con anterioridad por haber sido utilizado en 1973 por la hermandad de las Penas de Santiago. La imagen fue previamente restaurada por D. Rafael Orti Meléndez-Valdés. En 1979 participa por primera vez en la estación de penitencia con orfebrería prestada por la Hermandad del Cister, ya que la propia no se concluyó hasta 1984. Los pasos fueron por primera vez llevados por costaleros, pero la lluvia deslució el caminar de la cofradía, ya que no pudo completar el itinerario previsto.
RENOVACIÓN DE LA HERMANDAD
A partir de 1987, bajo el mandato de D. José Antonio Salamanca González, la hermandad experimenta un nuevo empuje con el tallado del nuevo paso del Señor. No va a ser sólo la sustitución de un elemento deteriorado u obsoleto, sino el comienzo en la búsqueda de una imagen más seria y clasicista. El paso será realizado en los talleres sevillanos de Guzmán Bejarano en estilo rococó, siendo de mayores dimensiones que el anterior, que fue vendido a la cofradía del Santo Entierro de Pozoblanco. Iba a ser estrenado el Lunes Santo de 1990, pero la estación de penitencia fue suspendida por lluvia. En los años siguientes se procedió al dorado por fases, quedando concluido el mismo en 1993. En estos años también se sustituyeron las imágenes secundarias de Martínez Cerrillo por otras nuevas de Miguel Ángel González Jurado que enriquecían y mejoraban la escena, aportando dinamismo y armonía a la misma. La escena final quedó conformada por Pilato, su esposa Claudia Prócula, un integrante del Sanedrín, Barrabás y el Señor, estos últimos escoltados por sendos romanos portando lanza. La renovación concluyó con la restauración del Señor en 1996, que precisó la talla de un nuevo cuerpo a excepción de las manos.
En el año 1995 se estrena el bordado exterior de la bambalina frontal del palio de Mª Stma. de Gracia y Amparo, realizada en oro fino por el artista cordobés D. Francisco Pérez Artés sobre un diseño de D. Antonio Garduño. Debido al alto coste de este trabajo, durante los siguientes años la Hermandad centró sus esfuerzos en otras prioridades, hasta que en el año 2001 se retoma de nuevo el proyecto quedando totalmente concluido el Lunes Santo de 2007.
En la fase final de la década de los 90 y principio del siglo XXI la hermandad se centra en mejorar y completar el ajuar procesional que llega hasta la actualidad, consiguiendo una mayor uniformidad de todo el cortejo procesional con la sustitución de todos los hábitos nazarenos de tela de raso ya muy deteriorados, por otros nuevos de lanilla provistos de capa blanca y cíngulo trenzado bicolor, eliminando definitivamente algunos elementos disonantes como las mucetas y los grandes escudos en las capas de las presidencias. En estos años se completa la Cruz de Guía con las cantoneras y la inscripción «Non Invanio In Eo Causan», elemento distintivo y personal de la cofradía, así como los faroles de acompañamiento. Se incorpora en estos años el cuerpo de acólitos delante de ambos pasos, así como el resto de insignias que actualmente acompañan el cortejo procesional. Es de destacar el incremento humano y patrimonial vivido en estos años, en los que la cofradía pasa a convertirse en una de las que cuentan con un mayor cortejo de la ciudad de Córdoba.
TITULAR DE GLORIA
En el año 1991 D. José A. Infantes Florido, obispo de Córdoba, aprueba el nuevo y actual título de la hermandad, el cual incorpora al Santísimo Sacramento, a Ntra. Sra. de la Alegría y a San Nicolás de Bari, haciendo los dos primeros referencia a la centenaria y extinguida hermandad que residía en la ermita de la Alegría, cuya administración corresponde a la Parroquia. Desde entonces comenzó la restauración de dicho templo barroco que se cerró al culto a principios de los 70 por amenaza de ruina, y concluyó apresuradamente en 2006 por el abrupto cierre de San Nicolás debido a la necesidad de reparar urgentemente la cubierta de la nave central, celebrándose por un año y medio todos los cultos religiosos en la ermita.
La primitiva Virgen de la Alegría presentaba daños estructurales irreparables por lo que en 1999 se encarga la realización de una nueva talla a D. Miguel Angel González Jurado, pudiéndose conservar el primitivo Niño Jesús.